Las estrellas nopor gay Jack Vidra y Cain Marko se casaron en cuarentena

Por STAFF

“Quiero casarme contigo más de lo que quiero”, dijo Marko Vidra.

Para Cain Marko, la boda ceremonial con toda su pompa y circunstancia no era tan importante como estar casado.

“Él me había dicho un día, ‘Quiero estar casado contigo más de lo que quiero casar’” comenta Marko, agregando: “La boda no es tan importante para mí, pero quiero casarme contigo”. 

Así que un sábado, con solo cinco personas presentes en el departamento de Vidra y cerca de 100 viendo una transmisión en vivo, la pareja intercambió votos, hizo una ceremonia de abrazos, bebió champán y cortó el pastel que habían ideado, todo mientras la cuarentena está en curso.

El distanciamiento social y la decisión de entrar en cuarentena han significado que la industria de la boda se ha detenido casi por completo. Como en Estados Unidos las agencias gubernamentales han cerrado temporalmente, algunas parejas afortunadas se han apresurado a hacer el papeleo de último momento antes de hacer una ceremonia más formal donde puedan. Una pareja de lesbianas se casó en una exhibición conmovedora pero socialmente distanciada en una acera de la ciudad de Nueva York, mientras que Vidra y Marko eligieron el apartamento de Vidra, donde tenían una vista del Santuario de Aves frente al lago donde originalmente se llevaría la ceremonia.

“En realidad nos conocemos desde hace un par de años“, dice Vidra. La pareja en un inicio solo se limitó al contacto en redes sociales y aplicaciones. Hace dos años, cuando Marko visitó Chicago, donde ambos viven ahora, intercambiaron algunos mensajes en línea, luego se encontrarían nuevamente en Atlanta donde pasó lo mismo. “Realmente nos conocemos técnicamente desde el verano pasado, pero [desde entonces] todo pasó muy rápido”, dice Vidra. En julio pasado, Marko se mudó a Chicago permanentemente, y los dos finalmente comenzaron a relacionarse de forma física.

“Aprendimos muchas cosas importantes el uno del otro tan rápido porque ambos estábamos, en ese momento, en el proceso de terminar las cosas con otras personas y poder confiar el uno en el otro sobre qué, específicamente, pedir en las relaciones y lo que era realmente importante para nosotros. Eso realmente nos enseñó a ambos sobre el carácter del otro”.

En poco tiempo, los dos estaban saliendo oficialmente, en enero. Ese mismo mes, en un gesto sentimental, cuando Marko tuvo que viajar solo durante unos días, Vidra, quien alguna vez fue sargento de los Marines y veterano de la guerra de Irak, le dio a Marko sus placas de identificación, para que las usara mientras estaban separados. A mediados de febrero, hicieron un viaje de cuatro días a las Islas Turcos y Caicos. A su regreso, un día “estábamos abrazados en mi cama y le pregunté si se casaría conmigo e hizo una expresión adorable”, dice Marko. “Dijo que sí y fue una especie de estímulo del momento, así que agarré uno de los anillos. Lo tomé y se lo puse en la mano: mis dedos son mucho más grandes que los suyos, por lo que realmente no entran”, aun así, Vidra llevaba el anillo de cobre de gran tamaño, que Marko había comprado en una tienda vintage en Portland, Oregón, hasta que la pareja pudo comprar los que querían.

Finalmente arreglaron todo para poderse casar durante la cuarentena. Ellos del matrimonio dicen: “Fue un día realmente increíble, y cada foto de ese día es simplemente fue increíble”.

“Ese día te miré y supe que quería casarme contigo’” dice Vidra a su esposo, agregando: “Ese fue técnicamente el día en que ambos nos enamoramos”.

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